El artículo original del País, por si alguno dudaba de su contenido:
http://elpais.com/elpais/2016/07/14/opinion/1468525236_653947.html
Me
gustaría desde aquí contestar a la sra. Luz Gómez García y este artículo
en
particular, ya que discrepo profundamente de su visión sobre el tema del
islam y su cabida en la Europa democrática y civilizada que aún
tenemos.
Lo primero es rebatirle el que el racismo y la xenofobia hayan
sido
impensables hace una década, puesto que siempre habrá racistas y
xenofobos
en cualquier cultura que posea en su seno individuos de baja
condición
intelectual, fácilmente manipulables por embaucadores políticos
profesionales. Y Europa no está libre de ninguno de ellos.
Lo segundo
es rebatirle que los musulmanes europeos sean víctimas de
ningún tipo de
xenofobia. No existe ninguna legislación asimilable a la más
reciente de la
Alemania nazi contra los judíos que se aplique a los
musulmanes europeos en
ninguna parte. Más al contrario disfrutan de derechos
y libertades mucho más
allá de las que disfrutarían en sus países de origen
donde rige la sharia en
un grado de aplicación desde local de baja magnitud
hasta estatal de
obligado cumplimiento. Como colectivo minoritario y en
peligro de exclusión
disfrutan de ayudas sociales a un nivel que bastantes
europeos de su mismo
nivel social desearían tener.
Lo tercero es rebatirle que los fundamentos
que vd. denomina retóricos,
son la seña de identidad de Europa. Que se
aplican a todos los europeos,
musulmanes incluidos, y que no diferencia a
nadie en su aplicación. Muy al
contrario, dichos fundamentos son simplemente
papel mojado en las sociedades
donde los musulmanes son mayoría y han
logrado imponer la ley islámica como
única razón de justicia. Le pregunto si
es eso lo que vd. desea que se
imponga en Europa o prefiere seguir
disfrutando de nuestra "retórica"
libertad. El musulmán lo tiene mucho más
claro que vd. en este asunto,
utiliza la democracia y la libertad para
medrar y conseguir derechos, para
posteriormente una vez que ha alcanzado
ser la mayoría de la sociedad,
eliminar toda esta "retórica" europea, por la
ley Islámica.
La cuarta aseveración quizás es la que claramente explica
su ceguera de
conceptos. El islam no es en absoluto una confesión religiosa
tal y como
conocemos y reconocemos los europeos. No, sra. no lo es en
absoluto. El
islam es una ideología totalitaria, que persigue la conversión
de toda la
humanidad al islam, sea por convencimiento o por la fuerza, y que
ordena a
todos los musulmanes ayudarse entre sí para conseguir ese fín. No
es una
religión que pueda coexistir con otras, no es posible la convivencia
pacífica con el islam, o se está a su obediencia o se convierte uno en
musulmán, la otra opción es huir o morir. Cuando vd. exclama "¡Y pobre de
aquel que haga valer su derecho a inhibirse! ¡Imposible: el musulmán es
siempre musulmán!", no es consciente de lo que dice. La apostasía del islam
está penada con la muerte, y no es negociable, ni tampoco "retórica", es
real, se asesina sin piedad a cualquiera que ose abjurar del islam y
convertirse a otra religión o declararse agnóstico. En la Europa de las
libertades retóricas, cualquiera puede confesar la religión que le plazca, o
todas a la vez, excepto ser musulmán y querer dejar de serlo, aún aquí sería
peligroso para su integridad física.
La quinta aseveración ronda lo que
los europeos han considerado
"responsabilidades" con respecto a los
musulmanes. Debido a que nuestros
antepasados se dedicaron a convertir
muchas naciones y territorios en
colonias, y que nuestros gobiernos han
intervenido políticamente en zonas
donde el islam es mayoritario, existe una
conciencia europea de
"compensación" con los musulmanes, recibiendo un trato
de favor migratorio
mucho mayor que con los africanos o con los asiáticos.
Habla vd. de
fiscalización, y yo le hablo de trato de favor al acceso a
ayudas sociales y
al estado del bienestar que pagamos entre todos. Pero eso
sí, pagado con el
desprecio que sólo un musulmán sabe demostrar hacia los
que considera
infieles e inferiores. Vd. habla de que peyorativamente se
acude a la
confesión religiosa de un musulmán para discriminarlo y no se da
cuenta que
siendo como es una ideología que no admite interpretaciones, los
que
realmente discriminan a los demás son los musulmanes, estableciendo
claramente una diferenciación social entre los musulmanes (creyentes) y los
no musulmanes(infieles). Y le recurdo que no es una división retórica, sino
un mandato de su misericordioso dios, para subyugar y reducir a todos los
infieles, marcarlos como ganado, y tratarlos como tal.
La sexta
aseveración es la cuestión más perturbadora, lo que hace que
los líderes
políticos europeos estén en una indecisión permanente acerca de
como actuar
en defensa de nuestras libertades, y que hace que desde la
ciudadanía seamos
pocas las voces que les solicitemos una actitud coherente
y clara en defensa
de las libertades y los derechos democráticos que nos
hemos dado, frente a
la ley islámica. Y esta no es ni más ni menos que la
creencia de que existe
un islam moderad y pacífico, y un islam terrorista y
malvado. Que existe un
islam de paz y amor, y unos locos que dicen usan
indecentemente el islam
para ensuciarlo justificando sus crímenes. Pues bien
sra. mía, siento
sacarla de su nube de buenismo, pues no hay nada mas
erróneo, el islam no es
ni pacífico, ni predica el amor, ni en las suras
coránicas hay la mas mínima
intención de serlo. Me dirá que es una erudita
en árabe e islam y que
existen múltiples referencias en el corán a favor de
la paz y el amor, y yo
le digo que todo eso es papel mojado, y que el corán
que el islam acepta
como ordenamiento jurídico y piedra angular de su
ideología es totalitario,
expansionista, liquidador, asesino, cruel, y no
tiene un ápice de
sentimientos positivos hacia los que nos considera
infieles. Sólo existe un
islam sra. el islam de la ideología totalitaria
mundial, que es el único
islam que se practica en el mundo, con la cara de
la complacencia cuando son
pocos y con la cara de la violencia cuando son
mayoría, su respeto por otra
ley que no sea la emanada del coran
LITERALMENTE, es nula, y su respeto por
los infieles es el mismo, NINGUNO.
Sus aseveración de que no faltan
ejemplos del uso malvado y cruel de las
creencias religiosas para ejercer la
violencia contra otros seres humanos no
puede ocultar el hecho de que
ocurrieron en un pasado bastante alejado de
nuestros días, y que en ese
periodo el islam ya ejerció la violencia para
extenderse por el mundo, como
bien sabemos en España. La diferencia es que
el islam ha seguido utilizando
la violencia ininterrumpidamente desde su
creación hasta nuestros días,
mientras que las confesiones religiosas a él
enfrentadas han optado por
"civilizarse" y pacificarse.
Su visión de que los musulmanes han venido a
Europa en busca de
libertad, pan y justicia, choca con la realidad
abruptamente. Los musulmanes
europeos no se han desvinculado en ningún modo
ni momento de sus raíces
islámicas en sus países de origen, al contrario han
establecido sus ya no
tan pequeñas comunidades al dictado de la ley
islámica, con su visión de la
justicia islámica, y su libertad islámica. En
ningún momento han aceptado de
Europa nada más que derechos, sin hacer de
nuestra escala de valores
democráticos algo suyo. Si los utilizan, es para
usarlos en favor de
extender el islam por toda Europa y proteger al islam de
los envites de la
justicia y las leyes.
En resumen, vd. es claramente
miembro del grupo de intelectuales que
están convencidos que el islam ya ha
ganado la batalla europea y ha
conquistado a los estúpidos y libres
habitantes de este sagrado territorio,
y que la mejor manera de sobrevivir
es congraciarse con el vencedor, y
alabar sus conquistas. Nos describe tal y
como los musulmanes nos ven,como
los nazis nos veían, y como los comunistas
lo hicieron, como una sociedad
decadente, libertina y patética que con sólo
una patada se caerá de bruces.
Pues bien sra. Luz Gomez García, sepa vd. que
Europa venció al nazismo,
Europa venció también al comunismo, y no le quepa
ninguna duda de que a
pesar de gente como vd., Europa vencerá al
islam.
Europe praevalebunt.
miércoles, 7 de septiembre de 2016
Mis vecinos del portal independentista
Me he decidido a escribir este pequeno relato, al que considero una alegoria que el que quiera, y pueda, sabra entender.
Vivo en una pequeña capital de provincias, en la periferia, aunque no en los suburbios, en una pequeña urbanización con varios portales de un edificio con unos 140 vecinos. lindamos con varias urbanizaciones de viviendas unifamiliares, y varios edificios, algunos aún mas grandes que nuestra urbanización. Nuestra convivencia es normal, intentamos ponernos de acuerdo en la mayoría de los asuntos, aunque como seres humanos que somos, cada uno tiene sus propios puntos de vista e intereses, que a veces deben ceder ante los deseos de la mayoría. En este ambiente de convivencia, a veces tensa, debido a que a veces no se cumplen nuestros deseos y debemos dar nuestro brazo a torcer, se esta gestando una tragedia. Mi vecino del portal número cinco ha decidido convertir su portal en un unifamiliar, y nos ha solicitado muy cordialmente dejar de pertenecer a nuestra comunidad de vecinos. nos ha explicado con todo lujo de detalles que los lazos que le unían al resto de los vecinos se han deteriorado, que ve injusto que su piso, uno de los de mayor tamaño, pague mucho mas que otros de un tamaño similar, que no aguanta los ruidos de los otros pisos, que la limpieza de las zonas comunes deja mucho que desear, que le parece injusto que tenga que pagar el mantenimiento de una pista de padel que no utiliza, y así una retaila de cuestiones. Tras una reunión de la comunidad en la que algunos vecinos increparon su actitud y le expusieron con vehemencia la imposibilidad legal de sus aspiraciones, el nos expuso sus puntos de vista, y nos sorprendió con el hecho de que la mitad mas uno de los vecinos del portal le apoyaban y habían decidido convertir dicha planta en una suerte de urbanización de unifamiliares, el resto del mismo portal se opuso a ello y nos comunicó su intención de seguir en la comunidad. Yo, por mi parte, he intentado a titulo individual, convencer al vecino de lo insensato de sus aspiraciones, le expuse la imposibilidad de romper lazos con el resto de la urbanización, ya que muchas de las zonas comunes que el usa y que le son necesarias para acceder a su vivienda, recibir suministros de agua, luz, otras necesidades como seguros de incendio comunes, uso de cocheras, piscina, zona de juegos,...... ante esto, el vecino se ha encastillado aún mas en sus posiciones, ha buscado ayuda legal, y tras esto se ha convencido de que existe un derecho que le asiste a poder recibir sus suministros básicos a través de la red que suministra a la comunidad de la que quiere desligarse. La comunidad de vecinos ha acudido al Ayuntamiento, el cual nos ha explicado que no existe cobertura legal para lo que pretenden nuestros vecinos y que en el caso de que consumen su decisión, se puede ir a los tribunales para impedirlo. A nuestra pregunta acerca de qué medidas podemos tomar para impedir que esto se consume, la respuesta ha sido que presentemos una denuncia ante un Juzgado, que la tramitará positivamente por supuesto, y que el Ayuntamiento no dará autorización legal a la segregación de ninguna manera. Ante nuestra insistencia acerca de si existen medidas más contundentes acerca de si se nos impide el paso por el portal para acceder al tejado o terrazas comunes para poder instalar o reparar algo, la respuesta ha sido poco convincente: "La situación hasta ahora no ha ocurrido, no adelantemos acontecimientos...." . Lo cual nos ha generado gran desasosiego. Por su parte, los vecinos del portal independentista se han organizado y han empezado a hacer valer sus derechos, protestan continuamente por todo, alegando lo escrito en los estatutos de la comunidad, y aduciendo que sus derechos se conculcan continuamente, en fin, haciendo la convivencia imposible. La última acción ha sido dejar de pagar la comunidad, y destinar el dinero a hacer proselitismo de su causa en los medios de comunicación, comprando publicidad y desplegando pancartas en sus balcones con lemas alusivos a la opresión que sufren. Los vecinos del barrio nos miran con desdén y piensan que algo raro sucede en nuestro edificio, aunque tras explicarles la situación, la mayoría nos apoya, con alguna excepción. Mientras todo esto sucede, nuestra comunidad está convertida en un caos, han surgido voces que dicen que les cortemos los suministros básicos que no pagan, que tapiemos el acceso de las escaleras comunes al portal independentista, y otros que proponen todo lo contrario, concederles lo que desean con tal de que nos dejen vivir en paz. Pero la situación ya es alarmente, debemos renovar los seguros de la urbanización y en esta situación las zonas comunes no nos las aseguran, ya que los vecinos independentistas no lo permiten para presionarnos, no podemos usar la piscina, ya que para ello tenemos que usar las llaves de paso que casualmente están en el portal independentista, sólo vemos los canales de televisión que los del portal independentista quieren ver, ya que el acceso a las terrazas y tejados es por ese portal, y los técnicos que los manipulan sólo son los que ellos llaman. La convivencia es insostenible y evidentemente acabará mal. La última ocurrencia del portal independentista es crear una puerta de acceso al portal desde la calle, a través de un bajo comercial, no han pedido permisos al Ayuntamiento para hacer las obras, ya que saben que no se lo concederán, como tampoco el hacer un acceso al garaje comunitario, ya que para ello tienen que pedir permiso a otros bajos comerciales para poder hacer la obra, cosa a la que se han negado, pero en el proceso se han gastado tanto dinero que los vecinos del portal independentista se han tenido que endeudar fuertemente, y han tenido de reducir su nivel de vida. A estas alturas de la película no sé quien tiene razón o quién no la tiene, pero lo cierto es que de entrada todos vamos a salir peor parados. El tiempo nos dirá que futuro nos espera si se confirma la segregación o si nos adaptaremos a ella.
Vivo en una pequeña capital de provincias, en la periferia, aunque no en los suburbios, en una pequeña urbanización con varios portales de un edificio con unos 140 vecinos. lindamos con varias urbanizaciones de viviendas unifamiliares, y varios edificios, algunos aún mas grandes que nuestra urbanización. Nuestra convivencia es normal, intentamos ponernos de acuerdo en la mayoría de los asuntos, aunque como seres humanos que somos, cada uno tiene sus propios puntos de vista e intereses, que a veces deben ceder ante los deseos de la mayoría. En este ambiente de convivencia, a veces tensa, debido a que a veces no se cumplen nuestros deseos y debemos dar nuestro brazo a torcer, se esta gestando una tragedia. Mi vecino del portal número cinco ha decidido convertir su portal en un unifamiliar, y nos ha solicitado muy cordialmente dejar de pertenecer a nuestra comunidad de vecinos. nos ha explicado con todo lujo de detalles que los lazos que le unían al resto de los vecinos se han deteriorado, que ve injusto que su piso, uno de los de mayor tamaño, pague mucho mas que otros de un tamaño similar, que no aguanta los ruidos de los otros pisos, que la limpieza de las zonas comunes deja mucho que desear, que le parece injusto que tenga que pagar el mantenimiento de una pista de padel que no utiliza, y así una retaila de cuestiones. Tras una reunión de la comunidad en la que algunos vecinos increparon su actitud y le expusieron con vehemencia la imposibilidad legal de sus aspiraciones, el nos expuso sus puntos de vista, y nos sorprendió con el hecho de que la mitad mas uno de los vecinos del portal le apoyaban y habían decidido convertir dicha planta en una suerte de urbanización de unifamiliares, el resto del mismo portal se opuso a ello y nos comunicó su intención de seguir en la comunidad. Yo, por mi parte, he intentado a titulo individual, convencer al vecino de lo insensato de sus aspiraciones, le expuse la imposibilidad de romper lazos con el resto de la urbanización, ya que muchas de las zonas comunes que el usa y que le son necesarias para acceder a su vivienda, recibir suministros de agua, luz, otras necesidades como seguros de incendio comunes, uso de cocheras, piscina, zona de juegos,...... ante esto, el vecino se ha encastillado aún mas en sus posiciones, ha buscado ayuda legal, y tras esto se ha convencido de que existe un derecho que le asiste a poder recibir sus suministros básicos a través de la red que suministra a la comunidad de la que quiere desligarse. La comunidad de vecinos ha acudido al Ayuntamiento, el cual nos ha explicado que no existe cobertura legal para lo que pretenden nuestros vecinos y que en el caso de que consumen su decisión, se puede ir a los tribunales para impedirlo. A nuestra pregunta acerca de qué medidas podemos tomar para impedir que esto se consume, la respuesta ha sido que presentemos una denuncia ante un Juzgado, que la tramitará positivamente por supuesto, y que el Ayuntamiento no dará autorización legal a la segregación de ninguna manera. Ante nuestra insistencia acerca de si existen medidas más contundentes acerca de si se nos impide el paso por el portal para acceder al tejado o terrazas comunes para poder instalar o reparar algo, la respuesta ha sido poco convincente: "La situación hasta ahora no ha ocurrido, no adelantemos acontecimientos...." . Lo cual nos ha generado gran desasosiego. Por su parte, los vecinos del portal independentista se han organizado y han empezado a hacer valer sus derechos, protestan continuamente por todo, alegando lo escrito en los estatutos de la comunidad, y aduciendo que sus derechos se conculcan continuamente, en fin, haciendo la convivencia imposible. La última acción ha sido dejar de pagar la comunidad, y destinar el dinero a hacer proselitismo de su causa en los medios de comunicación, comprando publicidad y desplegando pancartas en sus balcones con lemas alusivos a la opresión que sufren. Los vecinos del barrio nos miran con desdén y piensan que algo raro sucede en nuestro edificio, aunque tras explicarles la situación, la mayoría nos apoya, con alguna excepción. Mientras todo esto sucede, nuestra comunidad está convertida en un caos, han surgido voces que dicen que les cortemos los suministros básicos que no pagan, que tapiemos el acceso de las escaleras comunes al portal independentista, y otros que proponen todo lo contrario, concederles lo que desean con tal de que nos dejen vivir en paz. Pero la situación ya es alarmente, debemos renovar los seguros de la urbanización y en esta situación las zonas comunes no nos las aseguran, ya que los vecinos independentistas no lo permiten para presionarnos, no podemos usar la piscina, ya que para ello tenemos que usar las llaves de paso que casualmente están en el portal independentista, sólo vemos los canales de televisión que los del portal independentista quieren ver, ya que el acceso a las terrazas y tejados es por ese portal, y los técnicos que los manipulan sólo son los que ellos llaman. La convivencia es insostenible y evidentemente acabará mal. La última ocurrencia del portal independentista es crear una puerta de acceso al portal desde la calle, a través de un bajo comercial, no han pedido permisos al Ayuntamiento para hacer las obras, ya que saben que no se lo concederán, como tampoco el hacer un acceso al garaje comunitario, ya que para ello tienen que pedir permiso a otros bajos comerciales para poder hacer la obra, cosa a la que se han negado, pero en el proceso se han gastado tanto dinero que los vecinos del portal independentista se han tenido que endeudar fuertemente, y han tenido de reducir su nivel de vida. A estas alturas de la película no sé quien tiene razón o quién no la tiene, pero lo cierto es que de entrada todos vamos a salir peor parados. El tiempo nos dirá que futuro nos espera si se confirma la segregación o si nos adaptaremos a ella.
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